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viernes, 19 de septiembre de 2008

Gritos

Porque las aguas y las rosas
En benditos avatares
Reposan en jardines o en fosas
Con viejos juramentos
Alcanzan tardes de sonrisas
Y benditas ilusiones.

Queriendo armas piezas
De este mundo de traiciones
Germinan lágrimas tristes
Temiendo morir de prisa
Son almas indiferentes
Aquellas que dan vida
Y que llaman muchas veces
Con un grito de bienvenida.

Pero primero
En benditos avatares
Reposan en jardines o en fosas
Con viejos juramentos
Eso hacen primero
Y se escuchan estos lamentos.

Un Amanecer en la Playa

Un puerto de madera
entre agua azul y arena blanquecina

y extenso suelo donde sopla el aire fresco
llevando sueños que aguardan a las olas
andan almas y se esfuman pesadillas
Al fondo en el horizonte

el Sol es un cuerpo que con sus rayos alcanza a la playa,
y calienta el espacio;
además de otras cosas
son tantos los trazos y caminos en la arena
que no tienen dirección;
las aves se entrecruzan en bandadas,
se prenden esperanzas y antojos,
a mi espalda viene una muchedumbre,
cargan redes y hacen bulla;
las nubes frescas juguetean en el cielo,
tras el abandono de la arena seca,

se echan andar barcos,
parecen cajas tristes

que primero se resisten a las aguas;
desprendo mis pies del suelo frío,
y caminando a la orilla, tiré una roca al mar;
pero primero pedí un deseo que no existe,
y quisé comprobar ¿por qué un caminante?

caminando va
Averigué que otros dias,

que otros años se llaman "tiempos de nostalgia"
aunque al final, al irme tuve una risa de media
Luna.

Veneno

Soy el anverso de la vida
difícil de entender,
tenebroso como la noche
y copioso como la lluvia
cuando estas distante y alejada.

Pero yo otrora empecinado
por el desdén de no sentirte
fui una forma codiciosa
que se precipitaba en el redil de lo vivido.

Calladito debajo del cenit del cielo,
soy una forma en su totalidad madura,
inmaculado o corroído,
y soy más lento que cualquiera.

En el pasado era coleccionista y solitario;
pero pasó un desgraciado amor
por debajo de mi anzuelo,
y quebró mi antojo de tomarla bien,
me arrancó el alma con sus manos;
y tuvo mala suerte,
se atosigó con mi veneno,
a mis anchas de cordura,
juré decirle:
¡Mujer, por qué tomaste tú prim
ero, mi veneno!

jueves, 18 de septiembre de 2008

Misterioso Corazón

Misterioso corazón
Aguardo tu nostalgia divina
en una eterna pasión,
esperándote a la puesta del sol

en mi verano interminable
coronado de efusión….

Misterioso corazón

palpitas del ayer
Rebasado de embeleso
y radiante de esplendor.

¡Ay corazón!

No me lamento
de caer a tus brazos
suspendido en el firmamento
Consagrado a tus arrullos
delicados y sencillos.

¡Tierno Corazón!
Prisionero de tu encanto,

imagíname recorriendo
tus años candorosos
que son una noble virtud.





Hoy te Amo

Hoy te invente en algún espacio
Y me resultaste adversa
Hoy sólo me quedo a mitad del camino
contemplando como pasa el día.


Hoy creo sentir lo que siento amando,
quiero y no quiero…escribir y borrar,
mis aspiraciones son libres
como las aves que vuelan hacia la puesta del sol.
El atardecer se pone azul placentero
para que siga la noche y yo amanezca en tu voz,
y no me arrepienta
de abrirme para siempre a una palabra tuya.

Heme aquí una nostalgia tamaño de un suspiro
y quiero que sepas… mi amada
Que me es imposible matar la imaginación
que fluye por mi alma, tu cuerpo y mi música.


Hoy necesito sentir un beso tuyo
y consolarme con el gemido
que a veces dejo que la vida elija.

Hoy mi amor por ti no precisa fijarse
en un rincón enfebrecido,
ni en la penumbra del espacio aletargado,
sólo se fija en las ganas de volver
a sentirte tan cerca mio.




Una Mucha de Divino Corazón

En la acera de una nube blanca,
una muchacha morena de divino corazón
con agraciada voz franca,
volteose para atender mis sueños dorados;
y era Dios lo tenía dentro de mi corazón.
Un extraño detenido
hacia la curvatura celestial
con un mensaje de amor inmenso.

¡Divina Muchacha!
Fue la Luna un fulgor a tus pasos solitarios
con los que yo compuse infortunios mil;
Y pedacitos de tu ser
penetraron uniformemente mi alma vacía
aquellas noches de abril,
y florecieron por ti azules plegarias,
plateados jarales semejantes a la lluvia
y a tus formas imposibles,
que son lo mejor de ti.

Hoy sólo imagino a las olas del mar
y al plenilunio
A tus cabellos sueltos tentadores
entregados a los céfiros retozones,
alfombrados de calor boreal,
con mis dedos migrando a tus pezones
y en tu piel entendiendo el ¿por qué?
de tus facetas dormitadas
...En este letargo que se me aproxima...