Puedo dar vida a una nuez
mirando tu desnudez
o negar mi sensatez
y ser niño otra vez.
Puedo cambiar tu venustez
adiestrando a un pez
o jurar ante un juez
remediar mi altivez.
Puedo mirarte al revés
librando lo que no ves
o decirte después
lo que no es.
Puedo regocijarme en un mes
bebiendo una copa cortés
o sentarme a tus pies
y ser tu feligrés.
Puedo regresar a las diez
recordando mi avidez
o relegar la lividez
de tu tez.
Puedo retratar mi niñez
aguardando la vejez
o tenerte una vez
y sufrir a la vez.
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1 comentario:
Yo puedo dejar de leer tu poema, pero esta buenazo.
Felicitaciones
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